miércoles, 26 de febrero de 2014

Pretzel para reto Bake the World

Un mes más el reto Bake the World nos propone una elaboración de lo más apetecible. Me confieso fan rendida de este buenísimo pan de origen centroeuropeo en su versión esponjosa. Nunca me había dado por prepararlo en casa, pero tras comprobar que no es tan difícil y que da un resultado magnífico, pienso incorporarlo a mi recetario habitual


Tras rebuscar un poco por la red, me he decidido por uno de los links que nos proporcionan las anfitrionas de Bake the World y he preparado la receta que comparte el blog Hierbas y especias. Me parece muy sencilla, está estupendamente explicada y el resultado es extraordinario. En esta versión, el baño previo al horneado se hace con agua y bicarbonato en lugar de con sosa cáustica, cosa que echaba un poco para atrás, la verdad. Aunque no descarto probar esa opción en un futuro, pues por lo que he leído, salen incluso mejor.


Ingredientes:
500 gr. de harina de fuerza
250 gr. de agua
20 gr. de levadura fresca
20 gr. de manteca de cerdo ibérico
1 cucharadita de sal (unos 7 gr.)
Sal Maldon, semillas de sésamo y de amapola para adornar
1/2 l. de agua y 50 gr. de bicarbonato sódico para el baño


Diluir la levadura en la mitad del agua templada y volcar los ingredientes en el recipiente de la panificadora (excepto los del adorno y los del baño, claro). Conectar el programa amasado (en mi caso 15 min.) Queda una masa lisa y manejable, (de hecho no daría ningún problema para amasarla a mano) que dejaremos reposar en un recipiente grande y engrasado y cubierto hasta que doble ampliamente su volumen.

Tras desgasar esa masa ligeramente, la dividimos en 6 partes iguales y formamos los pretzel, con el grosor que nos guste. A mi me gustan más bien gorditos, para que salgan más esponjosos. En esta ilustración se explica claramente una manera clásica de darles forma.
Ponemos a hervir el agua con el bicarbonato y, cuando entre en ebullición, sumergimos los pretzel de uno en uno durante unos 45 segundos. Los depositamos directamente sobre la bandeja de horno y los pincelamos con yema de huevo batida. Espolvoreamos con sal Maldon y semillas y dejamos reposar unos 20 ó 30 minutos, mientras se calienta el horno a 200º. Horneamos hasta que estén doraditos.


Recién hechos están irresistibles, con una miga tierna y esponjosa, y con esa corteza característica que le proporciona el baño en bicarbonato. Con muy poco esfuerzo tenemos un pan de lujo a nuestro alcance.


Y acompañados de un buen surtido de salchichas alemanas y una cervecita bien fría, es toda una fiesta.









lunes, 24 de febrero de 2014

PUDDING DE PAN DE BRIOCHE Y CHOCOLATE PARA WHOLE KITCHEN

Whole Kitchen en su propuesta dulce para el mes de febrero nos invita a preparar un clásico de la cocina británica: PUDDING DE PAN Y MANTEQUILLA (bread and butter pudding).

Se trata de una receta casera y sencilla, de esas de las que hay miles de versiones. De hecho, aunque su origen sea británico, se prepara en muchas cocinas de nuestro país de una forma muy parecida, es de esas recetas llamadas "de aprovechamiento", para dar salida al pan de días anteriores, que se cubre con una crema dulce de leche y huevos, se aromatiza y se hornea hasta que cuaje.



La versión más clásica de esta receta se prepara con pan de molde y con pasas, pero yo he querido darle una vuelta y he utilizado un pan de brioche (uno envasado y rebanado) y he sustituido las pasas por trozos de chocolate (me he basado en la propuesta de este blog). Si se sirve templadito, el chocolate todavía está fundido y el conjunto es suave y delicioso.


Ingredientes:

400 ml. de leche
300 ml. de nata ligera 
100 gr. de azúcar
5 yemas de huevo
250 gr. de pan de brioche 
200 gr. de chocolate troceado (Lindt 70%)
1 cucharadita de esencia de vainilla

Batir las yemas con el azúcar y la vainilla y calentar la leche con la nata; incorporarlas a las yemas poquito a poco y sin dejar de batir. Trocear el pan y colocarlo en una fuente de horno engrasada con mantequilla. Disponer el chocolate entre los trozos de pan y regarlo todo con la crema que hemos preparado, teniendo cuidado de empapar por igual todo el pan. Dejarlo reposar un par de horas en la nevera. 


Calentar el horno a 160º y hornear la fuente durante una hora, o hasta que la superficie esté dorada y el interior cuajadito. Espolvorear con azúcar en polvo.


Servir templado para que el chocolate esté aun fundido, y si se quiere, puede acompañarse de nata montada, helado de vainilla, e incluso merengue. A mi me gusta más tal cual...


Vamos, que no puede ser más sencillo y admite muchas variantes si cambiamos el chocolate por diferentes frutas, compotas, frutos secos...

domingo, 23 de febrero de 2014

Naranjas acarameladas: Reto Tía Alia

Como nos prometía Carmen en la presentación de las recetas de Tía Alia para preparar este mes, la cosa estaba facilita, por lo menos en lo que respecta a la receta dulce, que es la que he elegido. Adoro las naranjas y siempre estoy dispuesta a probar nuevas formas de prepararlas. Y esta manera es sencillita y lucida. Si las naranjas están en su punto, carnosas y jugosas, el contraste cítrico con el caramelo exterior es estupendo.


La preparación de estos 'caramelos de naranja' es de lo más rápida, y aunque yo los utilicé para adornar una tarta, en casa encantaron tal cual, según se endurecía el exterior.




Esta vez, me he atenido estrictamente a las indicaciones de Tía Alia, como a mi me gusta, :)

Ingredientes:
Gajos de naranja separados y lo más limpios posible
Varias cucharadas de azúcar y un chorro de agua

En una cazuelita, calentar el azúcar con el agua y esperar a que empiece a tomar color caramelo. Sumergir los gajos de naranja en el caramelo uno a uno y colocarlos sobre papel de cocina para que se endurezca.


Me encanta el color y el brillo que tienen...


Yo los he utilizado para complementar una estupenda cheesecake de naranja (publicaré la receta la semana que viene), y ha resultado una combinación perfecta.


¡Esperando al reto del mes que viene!

lunes, 17 de febrero de 2014

BOEUF BOURGUIGNON PARA WHOLE KITCHEN


Whole Kitchen en su propuesta salada para el mes de febrero nos invita a preparar un clásico de la cocina francesa, Boeuf Bourguignon.

Otro guiso clásico y delicioso que he tenido la oportunidad de descubrir y aprender con Whole Kitchen. La verdad es que lo había oído nombrar innumerables veces, pero no recuerdo haberlo probado nunca antes de prepararlo en esta ocasión, y me parece una receta tan extraordinaria que estoy segura de que si lo hubiera probado, lo recordaría.



Puesto que está basada en la receta de la incomparable Julia Child, elegí preparar la versión que nos ofrece Whole Kitchen (ligeramente modificada). Además, tenía mucha curiosidad por ver cómo resultaba este guiso preparado en el horno.



Me ha parecido fantástico. La salsa ha quedado trabadita y brillante, con una textura y color parecidos a los del chocolate fundido. Creo que también ha contribuido la carne de morcillo, que me encanta utilizar en este tipo de guisos que se cocinan lenta y largamente, y que ha quedado tierna y exquisita. Como acompañamiento, elegí unas patatitas cocidas y salteadas con ajo y perejil, que le van estupendamente.
¡Y no hay que olvidar una baguette crujiente para untar!



Ingredientes (para 10 personas):
1 kg. y 1/2 de morcillo en tacos, limpio de nervios y partes blancas
150 gr. de panceta en dados
3 chalotas
1 zanahoria
2 dientes de ajo
2 cucharadas de tomate concentrado
300 ml. de caldo
250 ml. de vino tinto joven de buena calidad
2 hojas de laurel
1 cucharadita de tomillo
1/2 cucharadita de clavo molido
Sal y pimienta
Aceite de oliva virgen extra
200 gr. de champiñones limpios
1/2 kg. de cebollitas francesas


Encender el horno para que alcance 160 º. En una cazuela, calentar unas cucharadas de aceite de oliva, rehogar la panceta y reservarla. En esa grasa, dorar la carne salpimentada a fuego vivo en tandas. Reservar también. A continuación, sofreir las chalotas, la zanahoria y los ajos picaditos. Volcar en la cazuela la panceta y la carne cubrirla con el caldo, el vino, el tomate y las especias. Llevar el conjunto a ebullición y ponerlo en una fuente resistente al horno. Hornear el guiso a 160º durante unas tres horas, removiendo de vez en cuando y vigilando que no se seque ni que hierva fuertemente.


Mientras se hornea la carne, preparamos las cebollitas y los champiñones. Necesitaremos un vaso de caldo de carne, dos cucharadas de mantequilla, una de aceite, sal, tomillo y laurel para las cebollitas, y una cucharada de mantequilla y otra de aceite para los champiñones.


Rehogar las cebollitas en la mantequilla y el aceite hasta que estén doradas, cubrir con el caldo y cocer suavemente hasta que se evapore el líquido y estén tiernas. Puede ser necesario añadir un poco más de caldo.
En otra sartén, saltear los champiñones salpimentados en la mantequilla y el aceite hasta que estén dorados.


Cuando saquemos el guiso del horno, incorporamos las cebollitas y los champiñones y removemos con cuidado.


¡A degustar con un buen vinito! 




Realmente delicioso...