lunes, 23 de septiembre de 2013

Tarta de chocolate y moras

Estrenamos este mes el reto que propone Elena del blog Sweet and Salty: el ingrediente del mes. Este primer mes está dedicado al chocolate negro y la verdad, no se me ocurre mejor forma de inaugurar  un reto culinario. Por lo menos en mi caso, lo difícil ha sido decidirse por una receta en particular, asi que, revisando entre libros de cocina para encontrar algo apetecible y original, di con esta receta que aúna el chocolate con un fruto de temporada: las moras. Como este  año hemos hecho una buena cantidad de mermelada con las moras que nos trajimos de Galicia, en cuanto vi esta receta supe que mi búsqueda había terminado. 


El resultado: una de las mejores tartas que he hecho y probado en mucho tiempo. De verdad.


La receta es de un estupendo libro que me regalaron hace tiempo y el secreto está en utilizar ingredientes de excelente calidad; en mi caso, cacao en polvo Valor, chocolate Lindt para postres con 70% de cacao y mermelada casera de moras silvestres. El resultado es ESPECTACULAR.





Ingredientes para la base:

175 gr. de harina
30 gr. de cacao en polvo sin azúcar (Valor)
50 gr. de azúcar
85 gr. de mantequilla en trocitos
1 yema de huevo (tuve que añadirle un huevo más)
Una pizca de sal


Mezclar los ingredientes secos y añadir el huevo y la mantequilla. La receta original propone ¡1/2 yema de huevo!, Yo puse una entera, y aún así era totalmente insuficiente, de forma que tuve que añadir otro huevo más para que la masa pudiera trabarse. Con la masa obtenida, hacer una bola, envolverla en papel film y guardar en la nevera durante una hora. Extender sobre un molde desmontable (puede ser rectangular, redondo, incluso tartaletas individuales). Refrigerar otra media hora para que no pierda la forma al hornear y encender el horno a 170º. Cubrir la masa con papel de horno y llenarlo de legumbres para hornearlo durante unos 15 min. Retirar las legumbres y el papel y seguir horneando unos 15 min. más. Reservar.


Ingredientes para el relleno:

300 ml. de nata para montar (35% o más de materia grasa)
175 gr. de mermelada de moras ( mejor si es casera)
225 gr. de chocolate negro (en mi caso Lindt para postres 70%)
30 gr. de mantequilla en trocitos


Calentar en un cazo la nata con la mermelada. Cuando empiece a burbujear, echar el chocolate y la mantequilla, retirar del fuego y remover hasta que se convierta en una crema suave.


Verter el relleno en la base horneada y dejar enfriar. Adornar con moras frescas enteras y espolvorear con azúcar glas. En unas horas estará lista para servir.



Realmente, ¡está tan buena como parece!







martes, 17 de septiembre de 2013

Pudding del mar

Esta es una de esas recetas sencillas, de "fondo de armario", que he ido variando a lo largo de los años, partiendo del clásico pudding de pescado y añadiéndole algunos ingredientes hasta llegar a esta versión algo más 'ilustrada'. En casa tiene muy buena aceptación y creo que también es una opción muy presentable para invitados.


Es muy cómodo de preparar en la Thermomix, y, como es habitual en este tipo de preparaciones, está mejor de un día para otro.


Ingredientes:

800 gr. de lomos de merluza sin piel ni espinas (con perca también sale muy bueno)
150 gr. de gambas peladas
1 lata de mejillones en escabeche (sin escurrir)
150 gr. de gulas
1 cebolla pequeña
50 gr. de pimiento verde
50 gr. de pimiento rojo
2 cucharadas de aceite
4 cucharadas de salsa de tomate
4 huevos grandes
150 ml de nata ligera
Sal y pimienta
Mayonesa casera para servir


Echar en el vaso la cebolla, los pimientos y el aceite y picar unos seg. a vel. 4. Programar 5 min. a 100º y vel. 2. 
Añadir las gambas y el pescado troceado no muy grande y triturar 10 seg. a vel. 6. Programar otros 5 min. a 100º y vel. 3. 
Echar el tomate y los mejillones (con todo su líquido), los huevos y la nata. Triturar 10 seg. a vel. 6. Incorporar las gulas y mezclarlas con la espátula para que queden repartidas y enteras. 
Calentar el horno a 170º. Volcar la mezcla en un molde de plum cake forrado con papel de aluminio, colocar el molde en una fuente con agua y hornear al baño María unos 50 min. (hasta que al pinchar una aguja salga húmeda, pero sin masa adherida).


Una vez horneado, dejarlo enfriar dentro del molde. Desmoldarlo con cuidado y cubrir con mayonesa. Adornar al gusto. A nosotros nos gusta con ensalada de tomatitos cherry y maíz y con canónigos.







martes, 10 de septiembre de 2013

Mermelada de saúco

Septiembre es un mes idóneo para hacer acopio de mermeladas, dado que las frutas de verano están al final de su temporada en un momento idóneo de madurez y también podemos encontrar bayas silvestres que aparecen por esta época. En mi despensa se acumulan botes de deliciosas mermeladas de ciruelas (tanto rojas como claudias), melocotón y, por supuesto, moras (este año hemos conseguido una cosecha espectacular durante una reciente visita a Galicia). Ha sido esa visita la que me ha permitido descubrir un fruto, el saúco, que produce una mermelada oscura y deliciosa, que recuerda bastante a la de moras, y que yo, que soy bastante urbanita (debo reconocerlo) no había probado nunca. Me ha encantado, todo un descubrimiento.


Esta es una foto del arbusto del saúco cuajadito de frutos. Puede llegar a ser tan grande como un árbol y se le atribuyen diferentes propiedades beneficiosas para la salud. Únicamente hay que tener en cuenta que no debemos utilizar las bayas que aún no estén totalmente oscuras, porque pueden ser tóxicas si no han alcanzado la madurez. 


Ingredientes:
1 kg. de bayas de saúco
600 gr. de azúcar
El zumo de un limón.

La elaboración es idéntica a la de la mayoría de las mermeladas. A mí siempre me gusta cocer la fruta antes de echarle el azúcar para que pierda un poco de líquido y que luego no sepa a caramelo, de modo que la coloco en una cazuela y la cuezo a fuego lento hasta que empieza a espesar (unos 45 min.). En este momento añado el zumo de limón y el azúcar y dejo que cueza otros 35 o 40 min.







martes, 3 de septiembre de 2013

Pechugas rellenas de mozzarella con tomates confitados y pesto


Bueno, empezamos septiembre con una receta sencilla y sabrosa. Unas simples pechugas de pollo se animan mucho con el interior fundido de la mozzarella y el aroma inconfundible de la albahaca. Para acompañar, unos tomates confitados, que completan un plato colorido y muy apetecible.




Ingredientes para las pechugas
Pechugas de pollo enteras y deshuesadas (1 por comensal), abiertas por la mitad como un libro
2 rodajas de mozzarella por pechuga
Hojas de albahaca fresca
Sal, pimienta, pan rallado

Colocar dos rodajas de mozzarella y una o dos hohas de albahaca sobre un lado de cada pechuga abierta y salpimentada; cerrarla sobre si misma. Colocar las pechugas en una fuente para el horno y salpimentar la superficie. Espolvorear con pan rallado y pulverizar con AOVE. Hornear a 200 durante unos 25 min. Una vez fuera del horno, aderezar cada pechuga con una cucharada de pesto.


Ingredientes para los tomates confitados:
Tomates pera maduros, en cantidad suficiente para llenar una bandeja de horno
Sal y pimienta
Azúcar
Especias al gusto (orégano, hierbas provenzales, ajo y perejil...)
AOVE


La elaboración es muy sencilla: cortamos los tomates en cuartos y los disponemos sobre papel de hornear en una bandeja de horno. Los espolvoreamos con las especias, un poco de sal y azúcar y los pulverizamos con aceite de oliva virgen extra. Los horneamos muy suavemente (90 /100) durante unas tres horas. En esta ocasión a mi me parece que les sobraron unos minutos de horneado, pero deben quedar sequitos.


Ingredientes para el pesto (las cantidades son orientativas, yo confieso que lo hago siempre a ojo)
1 manojo de hojas de albahaca
50 gr. de piñones
50 gr. de queso parmesano (con Grana Padano queda también muy bien y es más económico)
1 diente de ajo
100 ml de AOVE


Triturar juntos todos los ingredientes hasta obtener una salsa homogénea. Puede ser necesario añadir un poco más de aceite. En realidad, podemos ajustar las cantidades a nuestro gusto: más o menos queso o ajo, incluso cambiar los piñones por almendras...



Así es como presentamos el plato en casa: